El cambio climático dejó de ser una amenaza futura para convertirse en una realidad cada vez más tangible y devastadora. Sequías prolongadas, incendios forestales incontrolables, inundaciones intensas y la pérdida de biodiversidad son hoy parte del panorama que enfrentan diversas regiones del Perú. La Cordillera Blanca, por ejemplo, ha perdido un 40.5% de su cobertura glaciar en apenas tres décadas, mientras que el fenómeno de El Niño Costero del 2017 causó daños equivalentes al 1.5% del PBI nacional.
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