BOLIVIA, Jun 17 (FILAC) – Más de setenta líderes, lideresas y juventudes indígenas de Mesoamérica se reunieron este lunes 16 de junio en el Primer Diálogo Subregional de Mesoamérica rumbo a la Conferencia de las Partes sobre Cambio Climático (COP30), reafirmando que su participación plena, efectiva y con capacidad de incidencia es imprescindible para afrontar la crisis climática global. La inclusión de sus voces y propuestas en los espacios de negociación internacional no es opcional, sino una condición esencial para alcanzar una justicia climática real y duradera.
Este espacio fue convocado por el Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe (FILAC), a través del programa emblemático Mujeres Indígenas de América Latina y el Caribe (MILAC), la Red de Jóvenes Indígenas y el apoyo del Fondo Pawanka y el Banco Mundial.
En él se visibilizaron los aportes, preocupaciones y propuestas de mujeres y juventudes indígenas provenientes de México, Guatemala, Belice, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Panamá, quienes reiteraron su papel como guardianas del territorio, del agua y del equilibrio climático, respaldado por conocimientos ancestrales y sistemas de vida sostenibles.
“La Madre Tierra se defiende con acciones, no con discursos”
Durante su intervención, Sonia Guajajara, Ministra de los Pueblos Indígenas de Brasil y Presidenta del Consejo Directivo de FILAC, enfatizó que este diálogo no es un encuentro más, sino un acto político de reafirmación colectiva. Señaló que más de 25 millones de personas indígenas habitan en Mesoamérica, pertenecientes a más de 100 Pueblos Indígenas.
“Sus voces son diversas, pero su mensaje es común: la tierra no se defiende con discursos, se defiende con acciones y con alianzas reales”, declaró.
Asimismo, Guajajara subrayó que este diálogo no es un evento más, sino un acto de afirmación política y espiritual, una muestra viva de que la participación plena y efectiva de las mujeres y juventudes indígenas no es una demanda secundaria, sino una condición indispensable para alcanzar la justicia climática.
Camino a Belém: propuestas con rostro y voz indígena
Betty Elisa Pérez, del Consejo Indígena de Centroamérica (CICA), instó a que la COP30 sea un espacio legítimo para el reconocimiento de los derechos indígenas, especialmente de las mujeres y juventudes, quienes enfrentan las consecuencias de la crisis con soluciones locales efectivas y sostenibles.
Norma Sactic, de la Alianza de Mujeres Indígenas de Centroamérica y México, recalcó que la COP30 debe ser una plataforma para posicionar demandas y superar resistencias estructurales que excluyen a las mujeres indígenas de los espacios de decisión.
Por su parte, Sara Omi, de la Alianza Global de Comunidades Territoriales, defendió el valor estratégico de los saberes indígenas en áreas como lengua, medicina, arte y agricultura, y pidió ampliar el acceso a financiamiento con enfoque de género, así como fortalecer la participación de juventudes indígenas en los procesos de toma de decisiones.
Seferina Miss, de la Organización Indígena Maya de Belice y representante de la Red de Jóvenes Indígenas, llamó a movilizar voluntades políticas para garantizar el acceso a asistencia técnica y formación, con énfasis en los derechos humanos y la defensa del territorio.
Darío Mejía, Secretario Técnico del FILAC, subrayó la importancia de mantener la continuidad de los procesos internacionales relacionados con la biodiversidad y el cambio climático, destacando especialmente el rol activo de las mujeres y juventudes indígenas en estos espacios.
Planteamientos estratégicos del Diálogo Subregional
El diálogo se estructuró en cuatro mesas de trabajo donde se abordaron ejes clave:
- Adaptación climática con identidad: Rescate y promoción de prácticas y conocimientos ancestrales para la capacidad de adaptación territorial frente al cambio climático.
- Justicia climática y defensa territorial: Visibilización del rol de mujeres y juventudes indígenas frente a amenazas como erosión costera, pérdida de biodiversidad, crisis agrícola, migración forzada, inseguridad y contaminación extractiva.
- Participación con impacto: Reconocimiento de la necesidad de ampliar los espacios de decisión para mujeres y juventudes indígenas, quienes aportan saberes y capacidades esenciales para una transición climática justa.
- Financiamiento con enfoque de derechos: Llamado urgente a rediseñar los mecanismos de financiamiento climático para que sean accesibles, equitativos y sensibles a las realidades de los Pueblos Indígenas.
Este encuentro marca el inicio de una ruta colectiva hacia la COP30 en Belém do Pará, Brasil, con el objetivo de consolidar la participación de los Pueblos Indígenas articulada y propositiva que contribuya de forma efectiva a las soluciones globales frente a la emergencia climática.